jueves, 18 de agosto de 2011

♥.- Como un Jinete Fantasma que cruza 1000 Océanos para llegar a la felicidad.



Hace unos años la vida aquí era el sueño de cualquiera, el mundo no paraba porque tu lo pidieses y tampoco para criticarte y allí comienza el proceso de enamoramiento del lugar que estas, de repente de la noche a la mañana todo se destruyo…


Antes caminaba por los rieles del tren que se mantenían en los cielos por magia, ahora lo único que permanece con magia es el tren, mi tren…


Mi ciudad mágica se destruyo, todos desaparecieron y me volví prácticamente un fantasma mas de por aquí, mi sueño de enamorarme aun permanece, pero si no hay nadie del que puedas aferrarte, no hay nadie por la cual enamorarte…


Gas y Sangre es lo único que tengo, las ruedas del tren que conduzco, son mi vida, manejo solo por los carriles esperando ver a alguien, tal vez una chica-fantasma gritando como loca por el celular, o simplemente un ángel volando, como antes… Era de costumbre…


Mi nombre es Bill Kaulitz y soy un Jinete Fantasma, miro el asiento de copiloto del tren esperando que allí este el amor de mi vida, sonriéndome y contándome como estuvo su día en la universidad, o simplemente me imagino la vida en un futuro lleno de bebecillos corriendo por ahí, como si el mundo fuera de ellos…


Manejo aquel tren sin rumbo alguno, con mi apariencia fantasmagórica puedo salir de él y dejar que las ruedas me pisen, como si fuera un jinete fantasma, que puede hacerlo todo solo, pero son promesas que te rasguñan fuertemente y te hacen dar vueltas como las ruedas de aquel tren…


Todas las oscuras y frías noches manejo solo, prometiéndome que al día siguiente te conseguiré, pero en la noche llego, sabiendo que quiero morir… Si algún día me darás un beso de adiós, espero sea en la luz, porque en realidad no puedo hacerlo todo yo solo…

~ Ángel no llores, me reuniré contigo en el otro lado ~
           
           Ese mismo día desperté de mis sueños… y aunque suene ridículo siempre sueño lo mismo, que estoy en un lugar que antes era de magia y que ahora solo estoy yo manejando aquel frio y oscuro Tren, a través de mil mares para llegar a, alguien que no se el nombre, ni donde está, de alguien por la cual no se absolutamente nada…
           
           De camino a la segundaria recordé mi sueño de hace dos días, cuando vi una estrella iluminarse… que no dejaba de brillar y mientras el tren andaba por los rieles casi descarrilados de las montañas yo no apartaba los ojos de esa estrella…
          
         Muchos dicen que a pesar de ser el mejor en la clase de literatura esto me ha afectado mucho, dicen que me la vivo en las nubes, mis padres están muertos… Estoy solo y la única manera de conservarme bien y sin querer matarme es la lectura, leyendo preferiblemente cuentos fantasiosos, donde el mundo es lo que tú haces de él, y no lo que el mundo y su entorno quiere que tú seas… Aunque en mi mundo fantasioso, no todo es felicidad, es solo un lugar donde el dolor se almacena y camino admirando un lugar donde todo es viejo, donde mil años de tiempo se han congelado y donde solo puedo admirar aquellas cosas que no tienen sentimientos…
            
         Mientras caminas en calles vacías, el frío viento entra por tu cuerpo… y me digo “El sol está congelado, mi vida está congelada, el mundo ha perdido su luz y yo mi vida” Mi padre decía “El día que te enamores, podrás olvidar cada uno de los dolores de la vida que has pasado y enfocarte a mejorar, porque si confías en ti y en el amor, vas en buen camino” En mi mundo no siento mis pulsos, pero dejo que los latidos del corazón me lleven a algún lugar, y siempre termino paseando distintos rumbos para llegar al mismo lugar, el tren, mi tren… Como si profundamente este tren fuera algo importante para mí…


            Ese día después de salir de lo que sería la última clase de literatura, me quite la vida en el jardín de atrás de mí secundaria… Después de leer mi último libro “Tristes trópicos” y después de escuchar que por última vez me llamaran “Sentimental Afeminado”

           No fui al cielo, pues creo que nunca pude creer completamente en Dios, fui al lugar de mis sueños, todo seguía paralizado… Creo que puedo mirar hacia atrás sin arrepentirme, y ver todas esas estrellas brillando, pero especialmente aquella estrella que había observando brillando antes... Cada día estaba más cerca de mí, y si no era el amor de mi vida…

Entonces yo era;

Como un Jinete Fantasma, Siempre muere solo…