sábado, 25 de agosto de 2012

Amor a talla G (Parte 2/2)


- Mira, mira, el chico del edificio del frente follará. –Dice ella muerta de la risa, últimamente se ha tirado en el piso a espiar a dos chicos del piso que está debajo del que habitamos Bill y yo mientras nuestra casa está siendo pintada, no me dan celos, porque ella se muere de la risa porque son Gays.

- El del frente? O los Gays?

- No, el de al frente, el alto, flaco. Por cierto, se ve lindo desde aquí.

Me caigo del sillón.

- EL DEL FRENTE?! Hijo de mi madreee! ¿Dónde está mi telefonooooo?

- No lo sé, ya deja el drama, solo va a follar, es malo eso, acaso?

- Coño! Donde carajos está mi puto teléfono? –Estaba, no furioso, porque es el cuerpo de mi hermano y toda la cosa, pero no puedo creer que no me lo haya contado, a MI!

Conseguí mi teléfono y lo llame.

- Qué coño vas a hacer?
Tu mejor especialidad, porque?
- No me contaste, que pasó?
Es una prostituta Tom, por cierto como…

Levanta la mirada, veo desde la ventana que mira para acá.

- Tom, conoces a ese chico?

La escuché pero pasé por alto su pregunta.

- Condones, chao.

El cierra la cortina!

- Qué fue todo eso?

- Emmm, el es mi hermano, ese es mi apartamento, y antes que me grites después de todo lo mal que hablamos de los cabrones que te veían desde esa ventana, deberías entender que por primera vez en la vida, hable mal de mí mismo, solo para estar bien con una mujer.

- No te lo puedo creer. Molestarme? No! Para nada pero seguiré diciendo que eres un Capullo, pervertido.

- No molesta?

- No hables como bebé. –balbucea ella-

- Te estás burlando de mi, eh? Corre que te atrapo.

Mientras la perseguía por el apartamento, de repente pensé en el libro que ella le entregó a Arnold.
Quise preguntarle por eso, pero se veía feliz, no pensaba en él, porque dañaría el momento con una simple pregunta?


Mientras…  En el trabajo de Arnold.
(Narración por Arnold)


Sentado en una mísera esquina de una estúpida fábrica, veo el cuaderno lentamente, tantos recuerdos inundan mi mente.

- No, no… La boca no, quedate arriba, que solo baje tu mano.
Ella me sonrió nerviosa, la mano le temblaba, pero me sonreía, luego me beso, y su mano, hizo lo suyo.

Eso fue lo que pasó después de haberle pedido matrimonio. Decidí por abrir el cuaderno, la primera página llena de frases…”

“…Sin ti, ¿Puedes imaginarlo?...”
“…Está mujer me está matando, me ha espinado el corazón…”
“…Tu eres la chica…”
“…Tu eres el chico…”
“…Futuros médicos…”
“…WE ARE IN LOVE…”

Son unas de las tantas que había allí, así que pase de página.

“Hace una semana Arnold Elias, me ha pedido matrimonio, aun no puedo creerlo, no sé qué les diré a mis padres, solo, solo quiero estar junto a él toda mi vida” –Ella.
“Por ahí me dijo un amigo que casarse es lo peor que se me pudo ocurrir en la vida, pero sé que es la decisión correcta, la adoro”

Entonces, como siempre de pesimista yo, me salte toda la bonita historia, todo lo que copiamos juntos y fui a la penúltima página. Donde fue la última vez que yo escribí allí y la última también en el que vi este cuaderno. Y lei:

“Hoy tuve la discusión más grande de la historia con mi papá, no quiere que me case, me humilló enfrente de toda la familia, pero antes que la familia me humilló estando ella allí, sentí que no podía contar con más nadie, solo ella. Pero ésta no es la vida que quiero para ti, Nicole, lee esto, te adoro demasiado, pero te dejo, no me devuelvas el anillo, no me busques no hagas nada por mí, me alejo de ti, de tu familia y de la mia, de todos. Estoy tan seguro como mi papá y como los tuyos –si les llegases a decir- que yo no podría darte la mejor vida, soy alguien que se deja llevar por todos, que tiene miedo, inseguridad, no le importan los estudios, estuve envidioso de ti porque estabas estudiando la carrera que yo quería, y eso es una prueba a que te des cuenta, que nuestra vida junta estará llena de mis problemas. Eres una chica maravillosa, eres hermosa, tienes todo el derecho de casarte con alguien más que yo. Perdóname, te llevo conmigo, llévame contigo, estaremos en contacto, pero, por favor, no toques nunca este tema, te amo.
PD: Si rehaces tu vida, hazlo con alguien que no te haga daño, que sea alguien en el que tu creas que yo estaré seguro que es para ti, y aunque sonará estúpido, una relación con hambre no dura, así que te pido, de mil maneras, que te fijes en la personalidad, pero un estatus, es un estatus, es enserio, te adoro.

De quien siempre te adorará…”

- Arnold.

Las imágenes de mi padre humillándome pasan por mi mente, y entonces es simple, recuerdo.

- He escuchado de parte de tu prima Helen que tienes novia, y que han estado… Solos. ¿No has hecho nada verdad? –Dice el papá de Arnold, en tono molesto, pero sin alzar la voz-

- No te preocupes, cuando DESEO hacerlo tus palabras aparecen en mi mente, eres un fantasma que atormenta mi miserable vida.

- Arnold, hijo… es esa “amiga” que estudia medicina? Ella, no me parece que sea para ti, hijo, escucha mis sabias palabras, cuando llegue la indicada lo sabrás tu, pero nosotros tu madre y yo también sentiremos que lo es. –Suspira y dice el padre de Arnold, estaba contento de que el poder que el ejercía sobre su hijo lo mantuviera siempre derecho. Siempre, en la posición correcta, según.

- Hijo nada, no me quiero alzar papá, no lo quiero hacer –Estaban en el comedor, el padre comiendo, la mamá en la cocina lavando los platos, la melliza de Arnold en la puerta de su cuarto, mordiéndose las uñas pensando en que eso iba a ser una catástrofe, y Arnold, parado enfrente de su puesto, las manos sobre la silla inclinado hacia adelante con la cabeza baja, como si intentara meditar, para no entrar en discusión, para, no soltar todos aquellos miedos que su padre había puesto en el.

- Es simple, tanto tu, como tu hermana tienen una cultura que seguir, tienen que respetar mis decisiones, mi forma de pensar, y ponerse en mis zapatos, tenemos un legado que dejar, y de nada servirá que te juntes con una tipa, que a los años te va a quitar todo el dinero, mandarte a la mierda, quedarse con tus hijos, y te volverás una persona mediocre de la vida, QUE LO PUDO TENER TODO, PERO LO DECIDIÓ DEJARLO, POR UN AMOR ADOLESCENTE! Pues no, y es así de simple. –El padre se impacientaba, estaba furioso y su voz comenzaba a subir cada vez más, Arnold por su lado, estalló dentro de él.

- Papá, te amo, y valoro cada cosa que has hecho por mí y por mis hermanas, pero si algo te voy a prohibir es que te metas en mi vida personal, especialmente en mi vida amorosa. Papá. Le pedí matrimonio.

Desde la cocina se oye como un plato cae al piso volviéndose pedazos, y a demás causando un sonido estruendoso. También se oye, la respiración furiosa del padre de él, y el miedo de su melliza tras él.

 - Que tú has hecho, ¿QUÉ? ¿Sabes cuál es tu estúpida edad? ¿Qué vida le darás a esa vasta? O pretendes que yo los mantenga? O que te pague la linda boda? ¿ESTÁS DROGADO?

- Papá, no quiero gritar, ya tome esa decisión, y creo que deberías respetarla.

- ¿RESPETARLA? ¿TU ME ESTÁS RESPETANDO A MI ACASO, CON TREMENDA ESTUPIDEZ?

Entonces sale la madre de la cocina, Arnold estaba seguro que a pesar de que su mamá apreciaba mucho a Nicole no le iba a llevar la contraria a su esposo, no lo haría. Pero entonces su mamá muy nerviosa aprovecho cuando su hijo la miraba con desesperación para mostrarle la puerta, la puerta de su cuarto donde yacía ella, Nicole y la melliza de Arnold, abrazandola.

El padre se llenó de vergüenza, pero también de ira, y se descargó con ella.

- Eres una… -Traga- No te casarás con mi hijo, no, no lo harás. No dañarás mis decisiones ni serás la próxima mujer de esta casa, ni siquiera estás llorando, se nota que eres una cualquiera que busca los intereses de la familia, así que te pido que tomes tus cosas y te vayas de mi casa, y no pises más nunca nada que tenga que ver con mi familia, ni con Arnold.

Ella a pesar de tener un nudo en la garganta, actuaba con firmeza, erguida, con la mirada en alto.

- Conozco muchas personas como usted, verdaderamente usted y algunas personas de mi familia, se llevarían de la mano, de lo iguales que son, pero si usted no cree que yo sea adecuada para su hijo, no me interesa, verdaderamente ese es su punto de vista –Se acerca a el padre de Arnold-

- Que me salve Dios, de ser como tu familia, no soy una sanguijuela.

- Yo tampoco, y grave muy bien mi rostro, porque por personas como usted, es que yo me superaré seré la mejor, y algún mísero día, usted, usted, va a venir a mí, de cualquier manera, necesitando mi estúpida ayuda. –Tomo su bolso, se sacó el anillo de su dedo, se lo puso en la mano al padre de Arnold, acto seguido vio a Arnold, con una mirada decepcionante, porque ambos estaban seguros que si Arnold, hubiera sacado muchas cosas en cara, tal vez, solo tal vez, el padre, hubiera aceptado muchas cosas. Pero una vez más con miedo de herir a su papá, lo dejo a pesar de que por dentro tenía un testamento de lo que le iba a decir, pero una vez más no lo soltó.

Nicole, por su lado, caminaba por la calle, allí sí dejó soltar sus lágrimas, escuchó unos gritos, dos mujeres gritaban su nombre, si fuera Arnold, solo si fuera él, ella voltearía.

Esas dos mujeres corrieron tan rápido a ella, eran la mamá y la hermana de Arnold, no había palabras, solo abrieron su mano, y colocaron el anillo en su palma.

- Guárdalo, el no lo quiere, le hiciste muy bien, lo sé, perdona. –Dijo la madre de Arnold, bajando la mirada.

- Usted, no es la persona que debería pedir disculpa, así que, no importa, tal vez el señor tenga razón, pero ahora, debo irme. Quiero irme, dejo todo, este estado, la carrera, todo lo que me recuerde a él, por favor, recuérdele eso. Dígale: que no se sienta orgulloso de su Doctora, porque no lo seré. –

Sujeto su bolso, metió el anillo en su bolsillo, y siguió de largo.

- Para nada tantas estupideces, me he acostado con putas, sin estar casado, soy un mísero ingeniero que a penas y pudo graduarse y trabaja en una desgraciada fábrica de muerte, que se emborracha todos los fines de semana, y fuma como chimenea. Me fui de la casa dos días después de escribir este párrafo –Acaricia la hoja del cuaderno que antes había leído- y renuncié en mi trabajo, que era con los abuelos de ella.

Fin de la narración por Arnold.


- Quiero ir al centro, por helado, vienes? –Me dice ella, era una idea muy deliciosa si yo no fuera Tom Kaulitz, así que le cambie de tema. – Como es trabajar allí, y que tu jefe seas tú y tu tío?

- No es nada del otro mundo, el trabajo es pesado, es horrible, yo lo detesto, pero me encanta cuando recibo mi dinero, sabes? Gastar tu en tus caprichos, es tan genial. Siempre que cobro, me compro un libro, me encanta leer.

- Leer es bueno, a veces pienso que los libros deberían ser gratis.

- ¿Por qué?

- Porque eso es aprender, es recrearse, no deberías pagar por aprender. –Dije yo, ya antes lo había pensado, pero a quien se lo iba a decir si nadie que yo conozca lee libros; sería un comentario fuera de lugar.

- En parte tienes mucha razón.

- En parte?

- Bueno, sí, creo. Bueno, cambiando de tema, cuál es tu trabajo?

Mala pregunta, mala pregunta. Oh, oh!

- Doy clases de guitarra.

- EN SERIO? Deberías enseñarme, yo tengo dos guitarras, pero necesito atención especial, al curso que fui, habían tantos, que el profesor no sabía a quién prestarle atención, me moleste y no volví más.

- Cuando gustes yo…

- Hay lo tienes –Dice ella, como si una idea le saltara a la mente.- Lo más seguro es que ames tocar la guitarra, no?

- Es mi pasión.

- Pero de algo tienes que vivir, no?

- Monetariamente? –Pregunte, pero obvio hablaba de dinero, así que respondí. – Claro, todos necesitamos dinero.

- Y porque te pagan por ENSEÑAR A TOCAR LA GUITARRA?

- Ok, tienes razón.

- Amo cuando me dicen eso. –Sonríe ella. – Siempre he querido ser escritora. Pero hablaremos de eso en otro momento, voy a ver qué hago para el almuerzo. Mientras, ¿Qué quieres hacer?

Pensé un rato , en silencio.

- Veamos una película –Le dije yo, después de ver más de 200 películas en una caja.

- Todas esas películas ya las he visto. –Sonríe y me dice, mientras cocinaba algo, creo que era pasta, pero no estoy seguro. – Bueno que vuelvas a ver una, no es nada malo. –Dije yo riendo, de lo linda que se veía cocinando.

- No me gusta ver la misma película dos veces, iba a preparar pasta, pero ya me dio flojera, vamos a un restaurant, yo invito –Estaba tan desesperada por salir, que acepte, aun sabiendo mucho los riesgos que podría traer.

Ella guardó todo en la nevera y fue corriendo al cuarto mientras se soltaba el cabello. Yo por mi parte, suspirando, rogando a lo que sea que yo crea, que no aparezcan intrusos, yo sé a qué me refiero, aunque ella no.

Voy tras ella y la veo revisando su closet, le doy un abrazo desde atrás y la tumbo a la cama junto a mí. La beso, mi primer beso con ella, si que sabía besar, en estos momentos como odie no conocerla antes, en estos momentos como detestaba a Arnold, pero ahora el que estaba con ella era yo, solo yo.

Después que nos besamos ella me ve, emocionada.

- No permitiré que me vuelvas a besar, ahora quítate –Lo decía riendo, lo que me decía que estaba jugando-

- Y si no quiero?

- No me interesa, no me besarás, no hasta que no me digas tu nombre.

- Y si no te lo digo?

Me empujó a un lado, y se sentó en la cama.

- No hay almuerzo, invito que se yo, a tu hermano? Hey, por cierto lo quiero conocer.

Pero el no a ti, jaja –Pienso-

Antes de que pudiera yo, decirle mi nombre tocaron la puerta.

- No, no abras, esto sale en todas las películas, de seguro es Arnold que leyó todo el cuaderno, que no sé qué rayos tenía y viene a pedirte disculpas, que te ama y blablablá.

Se quedó callada.

- Entonces eso sería malo –Se sonroja, y luego abre la puerta- Por suerte es solo mi tío y su novia.

- Hola –Dice el chico- Hola –dice la novia de el-

- Es el único que sabe donde vivo. –Dijo ella, pero algo seria.

- Heey, cómo estás? Yo venía a invitar a mi sobrina a comer, pero veo que tienes compañía.

 - Bueno, creo que me podría ir con ellos, ya que él no quiere salir –Dice ella, mientras me sacaba la lengua.

- No le hagas caso, yo la sacaré a almorzar –Dije mientras miraba a su tío. -Está a salvo conmigo.

- Entonces, nos vamos –Le dice el tío de ella a la novia- por cierto, ella es mi novia Dali.

- Un placer, Daliangelis, pero dime Dali. –Me da la mano, se la doy, entonces me mira como diciendo ¿Tu nombre?

- Si te digo mi nombre, tendría que matarte, Dali.

- Te he visto en algún lado? –Pregunta ella viéndome raro-

- Yo a ti no, hasta ahora, claro.

- Te me haces jodidamente parecido, a… No sé, no me viene a la mente, pero bueno. Un placer conocerte, sin nombre.

Ellos se van y Ella cierra la puerta.

- Eso fue extraño, no crees?

La tome por la cintura, y le robe un beso… Fui hasta su oreja y mordí su lóbulo.

- Tom –Susurro-

- ¿Qué?

- Que si has visto Tom and Jerry? –Le dije riéndome-

- Quien no?

- Hay tienes mi nombre…

- Espera –Me medio grito, cuando vio que yo fui a la puerta- ¿Tom? O ¿Jerry?

- El que quieras… ambos me gustan, nos vamos?

- Ok, Jerry.

- jajajajajajaja!!!

Fuimos a un Restaurante, fino, pero donde va pura gente adulta, madura, por así decirlo, sería una buena manera de que no se dieran cuenta de quién soy, todo iba excelente. Hasta que ella se les metieron unas ganas de caminar a la plaza, antes de irnos y “tomar aire fresco”

- No me parece buena idea, el aire ya no está fresco, está lleno de humo de cigarro, de aerosol, CONTAMINACIÓN SONORA. Soy alérgico a la contaminación sonora… Vamos al apartamento… -Le suplicaba mientras ella me jalaba para cruzar la calle y caminar dos cuadras hasta la plaza.

- Si tu eres alérgico a la contaminación sonora, entonces yo lo soy a las pollas.

- ¿A LAS QUÉ?

- A las cebollas.

- Si, ya. Dijiste eso, eres una… -Le di un pequeño golpe por la cabeza- tonta! Me has dejado…

- Ya, tío supéralo.

Vi a un lado, y entonces ella me jalaba, cruzábamos la calle, y cuando volteé, ella estaba riendo tanto, que cruzaba sin ver, venia un taxi.

- Cuidaaaado! Joder. –Retrocedí, con las bolas en la garganta, de lo asustado que estaba- Se ve antes de cruzar, nos iban a matar.

Entonces ella se pone roja, muy roja.

- Qué te pasa?

- No ahora, no ahora, no por favor. –Se decía a ella misma-

- No me digas que te ha bajado la regla, porque no iré a la farmacia.

Abre los ojos de par en par, cierra la boca y se tapa la cara.

- ¿Qué pasa?

Estalla en risa.

- Na…da jajajajajaja nos íbamos a matar, jajajajajajajajajajajajajajajaja!
Reía como desquiciada como si hubiera traído al contador de chistes más genial del mundo y soltara chiste tras chiste.

- Ok, me estás asustando. –Tome su mano, y llegamos hasta la plaza, la senté en la orilla de la fuente. –Respira, respira, dejaaaaa de reír, ¿Qué…? PARA! –Grite al final-

- Cuan…do. me pong…o nerviosa, jajaja –Respira. –Estallo en risa, y lo estaba controlando –Respira.-
Hasta que comentaste lo último.

- Si, ya entendí, me asustaste –Me senté al lado de ella, y reí yo después- tu risa es graciosa.

- Ya, ya… Por cierto, es raro que esto este solo.

Estuvimos 1 hora allí, hablando al principio estaba nervioso luego, le reste importancia.

Hasta que subí la mirada y vi una video-cámara.

- Estoy muerto. Vamos, vamos…

- ¿Qué? ¿Por qué?

- TENEMOS QUE IRNOS. –La tome del brazo y la jalaba- Necesito que te tapes la cara, lo hago por tu bien, es enserio.

- No me moveré a ningún lado, NO ENTIENDO!

- Te explico luego, no te alteres.

TARDE! Ya nos rodeaban. Yo tenía dos camisas, me saque una. Y se la tire.

- Tapate la cara…

Por ley, ellos deben tener una distancia, la estaban respetando, sin embargo estaba furioso, muy furioso; la estaba pasando tan bien. Tome su mano, y la jale, nos fuimos corriendo, hasta el carro.

Cuando entramos, arranque.

Ella miraba la ventana, estaba pensativa.

- ¿Quién eres?

- Tal vez tu hermana sea mi fan, o la de mi hermano. Soy Thomas, Tom Kaulitz, Tom Trumper, como me quieras decir, es lo mismo.

- Oh, no sabía que un profesor de Guitarra es taaan famoso. ¿Qué eres?, dime la verdad, en que estoy metida?

- Un guitarrista, de origen alemán que desde los 13 o 14 años se acuesta con tipas como si se fueran a acabar, pero… antes que te molestes, he cambiado eso, es enserio.

- ¿Qué tu eres, Qué?  No, no es posible. No, no entiendo, necesito, necesito. Salir del carro, en enserio.

- Lo sé y lo entiendo, pero ahora no puedo.

- ¿Cómo que no puedes? –Me grita- ¿Cómo que no? ME QUIERO BAJAR DEL AUTO, YA!

- Y QUIERES ESTAR EN FACEBOOK, TWITTER, TABLOIDES, PRENSA AMARILLISTA, PERIODICOS Y BLOGS? ENTONCES BAJATE!!! Pero no sé cómo, porque no pararé el carro, no, no lo haré.

- Esto parece la película “Una boda de muerte” seguro que ahora un policía nos para, te revisa el carro, y tienes marihuana.

- No me digas drogadicto porque no lo soy, entendido? No tengo drogas en el carro, y por favor…

- ¿Cómo se llama?

- Tokio Hotel.

- Crees que me hayan tomado fotos?

- Te grabaron que es peor.

- Maldición, cuando empezaba a superar las críticas, me vienen más y mucho más fuertes.
Bajo la mirada. – Me sentía bien contigo, me hacías sentir normal, me encantó ser normal, contigo.

- Me encantó estar contigo, pero no me considero lo suficientemente “bonita” para estar contigo, menos si eres una estrella, por Dios Tom. Ya ansío ver los comentarios de tus fans “Esa gorda fea” “como envidio a la maldita”, yo no sabía esto. Dame tiempo.

- No es lo que los demás piensan, es lo que yo pienso y lo que yo quiero. –Dije tratando de salvar las cosas.

Ella estaba roja, 12 minutos, mientras yo intentaba salir de la ciudad, hasta que pegó un salto a la vez que gritó.

- ¿Qué? –Dije asustado; apunto de parar el carro.

- Nada, fue, fue tu teléfono. –Se lo saca del bolsillo y me lo da, aun vibraba, era mi hermano.

Había olvidado que le había pedido a ella, que me guardara el teléfono porque no tenía bolsillos. Pero, ahora 
no tenía ganas de hablar con Bill, no quería escuchar sus regaños.
Pero igual atendí.

- Dime…
¿Estás seguro que ella vale verdaderamente la pena?
- Vamos Bill, ahora no, por favor.

Responde.
- Si, para mí lo vale… 

Le han mandado el video a David, lo he visto en el Iphone.

- Y que quieres que haga? Que publique en la BTK app, que me gusta una chica?! Es mi vida, Bill.

No te estoy regañando y lo puedes notar en mi tono de voz, he visto el video, y te lo he mandado.

-Aja, entonces?

La protegiste, le diste tu camisa, ella se veía llena de confusión, se veía…

- Sincera… -Sonreí mientras volteaba unos segundos a verle la cara a ella, ella veía por la ventana, con una 
mirada pensativa y perdida.

Entonces vale la pena?

- Lo vale Bill –Volteo para seguir viendo el camino. –Vale cada uno de los problemas que posiblemente vaya a tener por esto.

Nos vemos en el Club, regrésate.


A seguir de esas palabras me corto, y yo la miré a ella, estaba emocionado, mi hermano la aceptaba y yo…

- Déjame en casa de Arnold. –Me dijo.

- ¿Qué?, puedes venir conmigo, te enseñare el club más codiciado de…

- No me interesa Tom, siempre he sido una chica humilde, en ciertos aspectos, y necesito cerrar una etapa para abrir otra nueva, necesito, cortarle de todo. Y luego pensaré lo de nosotros, pero por los momentos…

- Te dejo allí, espero tengas en cuenta que…

- Déjame allí, déjame pensar… No quiero hablar ahora.

Los siguientes 15 minutos sentí que ella estaba confundida, y que dejaría todo atrás. Pero no hablamos, la deje en casa de él, con todos los celos del mundo sobre mí.
Ella se bajo y cuando iba a mitad del camino, se regresó y llegó hasta la ventana de mi lado del copiloto.

-  Perdona todos los problemas que tendrá tu fama, por mi culpa. Pero necesito hacer esto.
Entonces m besó, lentamente. Se separó y volvió a la puerta de su Ex-prometido.

Me quedé un rato viendo que entrara, rogando a mis adentros que antes de tocar volviera corriendo a mí.

Pero no fue así, abrieron la puerta, pero no era el chico sino un señor muy, muy mayor, de unos 70 entonces ella se iba a devolver y el  viejo la tomó por el brazo, ella suspiró y me vio, con una de sus manos me dijo que todo estaba bien, y que podía irme. Y eso hice, me fui, molesto por ser lo que era, molesto conmigo mismo por no ser sincero desde el principio, mi mamá siempre nos lo dijo a Bill y a mí…

“La clave de una muy buena relación, está siempre en ser…
- Sincero.”

6 meses después…

No la había dejado atrás, aunque ella tal vez sí. Antes de que terminaran de pintar mi casa la veía yendo al trabajo, después que volví a mi casa, todo era aburrido, Bill y yo no hablamos del tema, solo…  Todo lo que había cambiado era yo, mi estilista, que también fue mi ex-novia, quería volver conmigo, cosa que yo no quería, no por los momentos.

Nuevamente he madrugado viendo videos en youtube, mi hermano me matará si tengo ojeras, porque iremos a Laguna Seca, a ver a nuestro amigo Stefan Mücke correr en motocicleta, y bueno, realmente no le presté mucha atención a lo que Bill me decía sobre este paseo.

Por suerte no las tenía, aunque si tenía mucho sueño…

6 MESES ANTES
(Después de que Tom la dejó en casa de Arnold)

Ella entró a la casa obligada por el padre de Arnold, se sentía incomoda, juró en su vida no hablarle ni verle más la cara a ese viejo, pero como se ve, lo tuvo que volver a ver, a escuchar…

- Hola –Su tono de molesto, de persona intolerante, está vez estaba muy por debajo, su voz era apagada, como si de repente estuviera triste, por la mente de ella pasó que tal vez, iba a morir, y su maldita cultura tal vez no permitía que muriera con asuntos pendientes, pero no fue así.

- No vine a hacerle nada a su hijo, de hecho, vine a buscar algo, terminar definitivamente  con todo esto, pues tal vez, me vaya del país.

- Tengo un problema muy grave –Bajó la mirada, supiró, por primera vez en la vida ella veía a ese señor con la guardia baja. –Con los negocios, he podído sacar adelante a toda mi familia, y creo que eso lo sabes, El te contaba todo. –Antes de que ella pudiera responderle, el continuó. – Hasta que el único hombre de la familia, a seguir de mi, claro. Se fue de la casa, entonces me puse mal, y comencé a jugar con todo, en el casino… Lo he perdido todo, debo demasiado dinero, y necesito que él se vaya del país, pero a un país bien lejos, que no tenga nada que ver conmigo, y no podrá salir a menos que sea… contigo.

- ¿Qué? ¿Qué demonios me está diciendo? –Dijo ella alterada.

- Me han amenazado, y nunca le saqué el pasaporte europeo, necesito que se case con alguien que lo tenga, podrías casarte con el?!

- Esto, esto… Usted es un maldito desgraciado hijo de su grandísima madre, no tiene vergüenza en su estúpida y vieja  cara, hace 5 años me mandó a la mierda, y hoy, hoy, cuando estoy pensando en dejar cosas atrás, usted me pide que ME CASE CON ARNOLD?

- Solo por civil, si quieres ni se hace ceremonia, firma el papel, nada más. El resto me encargo yo, es la vida de él, yo se que te importa.

- Se lo dije, usted iba a necesitar más de mi, que yo de usted, ¿Quién es la sanguijuela ahora?

- yo, quiero sobre todo pedirte per…

- Mándeme los papeles a mi casa, no lo hago por usted, lo hago porque él fue mi mejor amigo, hasta que usted dañó todo, claro. Y porque aun lo considero eso.


En Laguna Seca

- Quiero con urgencia un auto de carreras –Dijo Bill emocionado, el sol nos pegaba en la cara y habían muchos paparazzis cerca, después de lo ocurrido, los odiaba, mi teléfono no dejaba de vibrar, era Ría, mi ex-novia, llamaba y llamaba pero no tenía ganas de contestarle hasta que, leí uno de sus mensajes…

Vamos a cenar y a bailar, te apetece?

No le respondí, estuvimos allí, unas dos o tres horas, saludamos a un amigo, caminamos entre la multitud,  me sentía tan suelto, tan aburrido, tan, tan, no sé… La música que había en el lugar era buena, y daban ganas bailarla. Aunque no entendía nada de lo que significaba la música porque oscilaban entre varios idiomas.

Vagaba en mi mundo, pensando, haciendo caso omiso a los flashes y a todo, cuando uno de mis guardaespaldas me dice:

- Jajajaja! Tom, mira, trata de no emborracharte hasta hacer esa clase de espectáculo, jajajaja…
Voltee  a ver el “Espectáculo” y allí estaba ella, bailando con otras dos chicas, todos las estaban viendo diciéndose a sí mismos “Quién es tan estúpida como para bailar en Laguna Seca”

DLS: El Mazda Raceway Laguna Seca, anteriomente conocida como Laguna Seca Raceway, es un autódromo situado en Monterey, estado de California, Estados Unidos.


Claro que muchos celebraban la excelencia de los jugadores de su país preferido, pero gritando, alzando banderas, chicas vistiéndose hot’s  y así, pero no bailando… Entonces no sabía qué hacer.

- Hazlo, no seas estúpido. –Me dijo Bill.

Entonces fui hasta donde ella, casi corriendo. Hasta que vi un anillo en su dedo, y mis pasos desaceleraron, parecía un anillo de matrimonio, pero, de seguro era yo imaginándome tonterías, bailaba mal, tengo que admitirlo, ella y sus amigas estaban borrachas, cantando con una cerveza en mano. Pero se veía muy bien, muy divertida. Me paré detrás de ella y le susurre:

- Haces el ridículo, sabes?

Entonces dejó de bailar, volteó sorprendida, y quedo petrificada, pero luego comenzó a reír.

- Le debo 50$ a mi tío, todo por tu culpa. –Sonrió.

Y mi sonrisa se volvió estúpida, sus amigas se habían ido a sentarse por ahí…

- Tu sonrisa es linda. – Me dijo como si no tuviera más que decir.

- Gracias. –Tampoco tenía que decir. -¿Te invito un helado?

- Ok, está bien…

- Y te presentaré a mi Hermano…

- No deberías, sabes? Estoy casada, te advierto.

¡BOOOOOOOOOOOOM! Así me sentí por dentro cuando escuché eso, tan serio, tan real.

- jajajajajajaja! –Estalló en risa- es una boda falsa, para que tenga su nacionalidad…

- ¿Arnold?

Asintió.

- Porque la llamas falsa? –En ese momento caminábamos hacía mi carro.

- Porque, me dejaste enamorada de ti…

Me sentí feliz…

- Entonces, me elegiste a mi?

- Desde nuestro último beso.

Entonces nos besamos nuevamente, muchos flashes, demasiados, su saliva sabía a Cerveza, pero me daba 
igual…

Cuando iban Nicole y Tom en el auto, junto con Bill.

- Por cierto Tom, es Nicole…

- Nicole… -Bonito nombre, pensé. Aunque nunca pensé en ese nombre para ella.

- Tengo algo para ti…

Sacó el mismo cuaderno que meses antes, le había dado a Arnold.

- Siempre te interesó ésta historia, aquí la tienes, luego, podrás botarla, quemarla, regalarla, o lo que quieras.
Cuando me dí cuenta, había otro cuaderno, con hojas blancas…

- Y este para qué es?

- Para que escribamos la nuestra…

- No necesito escribirla, sabes?

Entonces nos besamos, claro  que leería esa historia, siempre estuve lleno de intriga…

- Son demasiados cursis –Bufó mi pequeño Hermano Bill.


***

Hola, ¿Cómo están? espero que bien, sé y puedo súper asegurar que muchas quedaron ¡WTF! algunas me pidieron por Facebook que dejara a Arnold con la chica (Nicole) pero, si algo tenemos que tener en cuenta es que no siempre nuestro primer amor, nuestra primera ilusión , serán perfectas, hay que dejarlas atrás. Muuuuy atrás, para que no afecte nuestro futuro, pero si alguna ha tenido la oportunidad de estar junto con el primer amor de su vida, y cree que es lo correcto y que es perfecto, ignoren mis palabras.

Es muy obvio que ansian saber TODO  LO QUE TIENE EL CUADERNO de Nicole y Arnold. En este mismo Blog, dentro de minimo una semana bajare otro one Shot, títulado "Arnold y Nicole. Cuaderno del primer amor" Allí contará TODA LA HISTORIA que se supone Tom Kaulitz Leerá.

Agradezco humildemente sus comentarios, cada uno de ellos, me fascina leerlos, siento que crea un vinculo con ustedes, son lo máximo.


doris gomez Gracias por tu comentario, lo he leído hoy, y me has motivado un mundo, saludos desde Venezuela.



sábado, 11 de agosto de 2012

Amor a talla G (Parte 1/2)



 - Si tan solo levantaras tu ridículo trasero y vieras lo que yo estoy viendo, estarías tan emocionado como yo, sabes? –Dije, ya llevaba 4 días viendo a la misma chica desde el enorme cristal que hace de ventana de nuestro Pent House-

- No tengo puta idea del porque los arquitectos hacen 2 hoteles juntos, y cada uno tiene una ventana de cristal que ve a la otra. Malditos pervertidos!

- Para eso están las cortinas…

- Ya, y tu las respetas tanto.

- y quien te dice a ti que una cortina se respeta?

- y quien te dice a ti que ver a una chica desde la ventana de tu cuarto es respetarla?

- Ven, solo ven a verla… - Mi hermano Bill y sus cosas de estar respetando el derecho de los demás, es un completo fastidio, es como si fuera el Ying y yo el Yang, yo el malo, él el bueno-
Por fin se acerca a la ventana.

- Oh mi Dios, de cuando acá te gustan las chicas que tienen como 20 kilos de más? 
Exclamo mi pequeño hermano como si fuera el horror más grande de la vida; realmente no me gustan para nada las gorditas, o no, de hecho no he tenido la oportunidad de estar con una, simplemente no veo la manera del porque Bill colocó una cara de horror.

- Puede tener de más pero fíjate que está bien proporcionada, pechos y culo, piernas tal vez de más pero no tiene casi barriga. No, no la tiene!

- No digo que sea malo, más bien las gorditas que conozco, son tan agradables y bonitas. –Dice Bill, ¡Por fin un comentario agradable, que me da sobre mi próxima presa!-

- Comenzando con Gustav –Dije esperando que entendiera el chiste, pero se quedó pensativo-

- Gustav, Gustav no es mujer… -Dijo algo confuso y sin entender-

- Sin embargo nuestras fans dicen que es el baterista más bello del mundo, el baterista más tierno, y yo solo pienso que tiene unos cuantos kilos de más-

- Pero –Bill piensa en cómo decir lo que me va a decir- Gustav es boni… -No deje que terminara su comentario casi gay cuando comencé a gritar y a saltar- Busca el cigarro, muévete… -Buscó la caja de cigarros y el yesquero casi que temblando con los gritos que yo le había empezado a decir. –Ahora finge, finge que llevamos hablando y fumando aquí desde hace rato –Me puse de espaldas a la ventana, encendí mi cigarro y Bill todavía temblaba así que le pasé mi cigarro y me prendí uno para mí- Si se voltea me dices.

- Tiene ojos grandes y bonitos…

- Está viendo para acá? ¡Carajo, Bill! Disimula tu mirada, si?  -Reaccione a sus palabras- ¿Verdes? ¿Azules?

- Normales!

- ¿Cómo que normales? –Bill no dejaba de verla, siempre fue tan detallista, primero y principal con las personas con las que yo me ligaba- Coño Tom, son marrones, pero son bonitos y ya, basta! –Sentí que una mirada me quemaba la espalda- Nos está viendo ¿no? –Mi hermano me mira y sonríe-          No, me mira a mí…

- ¿Qué? –y yo volteo a ver a la chica, que estaba negando con la cabeza, casi apenada y cerró la cortina de un solo golpe, pero en su silueta, se veía que se quitaba la camisa-
Claramente está que me hubiera molestado que viera a mi hermano antes que a mí, Bill siempre a esperado la perfección de una mujer tanto física como personalmente, pero ahora que lo pienso, nunca ha hablado mal de una chica gordita, no, definitivamente nunca. Pero cuando dijo que sus ojos eran bonitos, y recordé que le encantaban unos ojos bonitos, realmente creí haberme asustado.



- Son las 4 de la mañana, que haces jugando en el nintendo? –Dijo Bill restregándose los ojos y bostezando- No he podido dormir, estoy pensativo, sabes? –Le dije, y seguí jugando.

- ¡No me digas! En qué piensas? Ya, ya sé… En como acercarte a esa chica, ¿no?

- Emmm, si, si… eso mismo –Puedo asegurar que mi mirada está súper perdida, tenía sueño, pero por alguna estúpida razón me imagine casándome, no con esta chica, simplemente casándome, y que el mismo día de mi boda Bill me diga que le gusta mi pareja. Y bueno, he estado pensando toda la noche, si eso pudiera pasar, pero luego me digo: ¡¿Qué ridiculeces piensas?! Tom, por Dios tú nunca te vas a casar, no seas tan ridículo.

- Deja –dice Bill- algo se te ocurrirá, ya verás –Luego, se tira en el sillón a mi lado y toma el otro control del nintendo- Ya, ahora me quitas esa cara porque yo no te mande a estar de sonámbulo toda la noche y gran parte de la madrugada. –Y mi hermano menor, se puso a jugar conmigo, realmente me iba ganando y es porque simplemente ya estaba aburrido, súper aburrido,  y cansado, si eso; Cansado… -

Todo estaba oscuro la única luz que se veía era la del televisión que reflejaba la partida entre Bill y yo, que indiscutiblemente, iba perdiendo.

Una luz a mi lado izquierdo perturbaba mi visión periférica, voltee la mirada antes de maldecir y allí estaba la silueta de ella, abrió las cortinas, pero o no se fijó en mi televisor encendido, o simplemente, estaba dormida.
Entonces me quedé viendo a mi izquierda, oía a Bill maldiciendo, y luego a seguir mi nombre… Reaccioné.

- Que te sucede?

- Esa tipa me tiene con los huevos hasta la garganta, que fastidioso te pones, ya llevas 5 días viéndola; es solo una estúpida gorda! –Se levantó, tan molesto y se fue a su cuarto tirando la puerta, estaba sumamente molesto, y aunque no entiendo el porqué, preferí dejarlo, si eso, dejarlo-

Tenía ganas de comer, si eso, y el comedor del hotel, a estas horas no tendría nada apetitoso para comer, así que decidí tomarme el riesgo de salir a caminar… Vi a mi izquierda, y ya la luz estaba apagada, lo más seguro es que ella ya se haya ido a dormir, cosa que yo también debería hacer, pero no haré.

Tome las llaves, mi móvil, una gorra y por supuesto mis lentes, aunque no hubiera sol, no quería encontrarme con alguien que comience a gritar: OH, ESE ES TOM KAULITZ. Simplemente no tenía ganas, no entendía el comportamiento de mi hermano, solo quería follarme a esa chica, y se pone así. No, no lo entiendo!

Salí del hotel y comencé a caminar lento, y la vi, si la vi, allí iba caminando, con un gran bolso encima, y con unos tacones no tan altos.

- Hola –Le dije- caminando a su lado.

Ella voltea a mirarme, habían dos opciones:

1.- Me mandaría a la mierda por ser alguien desconocido.
2.- Diría: ¿OH MI DIOS ERES TOM KAULITZ? (Admito que si elije esta, ya no le pondría tanta atención y Bill estaría feliz)

- Oh, Hola –Se limpia los ojos- Has estado llorando? –Le pregunte sin muchas vueltas- Eso es algo que no hablaría del todo con un desconocido, no crees? –Ok, al parecer habían más de dos opciones-

- Comprendo –Dije, pensando en que diría yo a continuación- Realmente vine a hablarte porque no puedo dormir y estoy aburrido.

- Oh, otro más que esta aburrido? Jeje –Admito que su sonrisa es tan sencilla que no pareciera que riera muy seguido- Tu también lo estás?  No te creo! Dudaba en hablarte, porque con ese bolso, pareciera que fueras a trabajar.

- Oh, no, no! Llevaré esto a casa de un amigo, es de él…

- Ahm, un amigo… tranquila, no estoy seduciéndote o algo, como para que me digas que es un amigo y no tu novio…

- No tengo por qué decirte que es algo que no es realmente, es mi amigo desde hace 13 años –Y en su cara se asoma una pequeña sonrisa-

- No sueles reír seguido, no?

- Si supieras cuanto me duele que me digan eso, no me lo dirías.

- O sea que te lo dicen muy seguido.

- Diariamente, para ser más ciertos, pero no importa.

Si ella sabe que soy yo el que la ve desde el otro edificio creo que lo finge bien. Muy bien.

- Igualmente eres bonita, sonrías o no, aunque dicen por ahí que cuando uno sonríe es más agradable a la vista de otro.

- A sí? Quién dice eso?

Me parece fascinante que no sepa quién rayos soy yo, cuando prácticamente somos contemporáneos con la edad, soy Tom Kaulitz, y simplemente parece o no saberlo o no notarlo, así que empecé a jugar, si a jugar, había entrado en mi juego-

- Has escuchado sobre Tokio Hotel, no? Bueno, el guitarrista lo dice.

- Mi hermana los escucha, yo no, ni los he visto.

- Bueno, el guitarrista lo dice. –Y entonces empezó a vibrar mi celular-


                Lo siento no debí enfadarme, pero me molesta cuando eres tan puto.


Rei Después de leer el mensaje.

- Tienes hermanos? –pregunté-

- Creo. –Respondió mientras seguíamos caminando- No entiendo, “creo”? –Pregunte con algo de confusión-

- Por parte de papá, no hay mucho que contarte. –Se quedó pensativa- Oye…

- ¿Si? –Respondí algo ido- Vas a seguirme hasta la casa de mi amigo? Digo no me molesta, solo que es algo raro, no crees?

- Supongo, entonces me voy? –Me di media vuelta, busqué en mi bolsillo mis cigarros y mi encendedor, al menos ya sé donde vive, a demás que ya la trate.

- Espera – Me frene de golpe- ¿Fumas? – Me preguntó- Si, porque? –Estoy jurando de que me va a formar todo un lío por ser fumador”

- Oh Dios, dime que tienes Lucky Strike. – Reí por lo bajo, siempre pongo varias opciones de lo que ella puede hacer, y hace o dice algo que ni se me ocurrió como “opción”- No, lo siento, es Marlboro, pero si deseas, puedo acompañarte a la tienda a comprar esos, que no conozco.

- Pues deberías, los Lucky convertibles, son geniales. Claro, y los más caros, jajaja. – Rei, no sé que marca es esa, pero da igual, me regrese y seguí caminando a su lado. – Yo te los pagaré si quieres – Que rayos estaba diciendo? Yo nunca, nunca regalo mi dinero a cualquiera. Supongo.

- No tranquilo, aunque mi trabajo por los momentos no es el mejor, puedo mantener mi vicio, a demás, no fumo seguido una caja, me alcanza para mes y medio.

- Enserio? Que trabajas? Creí que a tu edad, o al menos la edad que aparentas debías estar estudiando.

- Estoy estudiando, claro, pero lamento no haber escuchado a mi madre, sabes? –Me hablaba del tema, mientras su mirada perdida, se enfocaba en lo que estaba a su frente.

- Suele pasar, siempre tienen la razón, pero nuestras acciones, para bien o para mal, siempre nos llevarán a un camino, bueno o malo, está en nosotros elegirlos. – Ok, si fuera así de filosófico, siempre, Bill me amaría más de lo que ya lo hace, me diría maduro, y todo eso-

- Oye, estoy consciente de eso, solo que… No sé.

- Hablamos de eso? –Sonreí.

- No –Se quedo bien callada, creí que ya se había aburrido de mí- Soy un estorbo verdad?

- No, no. Solo que no soy de las que hablan mucho.

La tienda no estaba muy lejos, por lo tanto permanecimos en silencio hasta llegar allá.

- Mira estúpida, tengo que salir a las 10 de la mañana, cierro o tú te vas a quedar aquí? –Le grito un chico no más alto que yo, más bien de la misma estatura de ella, ojos verdes y un ojo con una mancha marrón sobre el verde, blanco, muy blanco y algo gordo-

- Cierra, no tengo ganas de estar trabajando hoy. –Dijo ella desganada-

No entendía lo que sucedía aquí, al parecer este es su trabajo, por eso, antes de entrar me miro con cara de “En serio? Me harás entrar aquí?”

- Dame una caja de Lucky Strike del negro –dijo ella, y le sonrió, el chico se la dio y ella dio media vuelta y me miro con cara de “vámonos”- esteeem, y no pagas? –Dije yo-
Ella sonrió, como si hubiera dicho el chiste más estúpido del mundo, que te hacen decir “que estupidez” 
Entonces el chico me responde en vez de ella.

- Los dueños no necesitan pagarse lo que agarran de su propio negocio. –Alcé las cejas- En serio? Eso sí que es un gran privilegio, eres dueña?

Entonces ella suspira, sonríe y me dice: - El dueño legítimo es mi abuelo, pero él se fue a su tierra natal –suspira de nuevo, y me mira; pensativa- te sigo contando afuera, yo salió el sol y no me he colocado  bloqueador –Sonríe, esta vez, mostrando sus dientes. Entonces salí con ella- entonces? Sígueme contando. –Dije entusiasmado.

- El dueño es mi abuelo y mi abuela, pero ellos abandonaron el país y fueron a su tierra natal, mi mamá, mi tía y mi tío, que es el chico que acabas de ver, son los dueños por ley del negocio, pero mi mamá no lo quiere y mi tía, no tiene tiempo para comprometerse con una responsabilidad tan grande; entonces el negocio es de mi tío, pero él trabaja allí desde que tiene 16 años, y el ya tiene 32, entonces me hizo socia del negocio, y cuando el no pueda más será mío, pero no es mi sueño, es mi obligación.

- Wao, debe ser genial tener tu propio negocio. Pero; ¿Cuál es tu sueño?

- Estoy estudiando Idiomas Modernos, me encantan los idiomas pero el trabajo que puedo conseguir con esto, es ser traductora de Artistas o Bandas, o en una cooperativa de alto rango. Pero para eso hay que tener un excelente cuerpo, sabes? Y yo no lo tengo, son trabajos que requieren de buena presencia, no de cerebro, lastimosamente!
Puedo conseguirle un trabajo, si supiera lo fácil que es para mí conseguirle uno. Y más conmigo, tendríamos nuestra propia traductora, con cerebro, y unas lindas y anchas caderas…

- Si, pero sin embargo no me parece, me parece que eres muy linda y que tu cuerpo es proporcional, digo; sin tratar de meterme con la idea que tienes tu misma de ti.

- Gracias, es muy amable de tu parte, emmm, ¿Cuál es tu nombre?

- Mejor no nos los digamos, te parece? No creo que sea una buena idea, si te lo digo, tendría que matarte. 
–Dije tratando de causarle gracia, pero puso su cara seria-

- Qué? Acaso eres un espía? –Sonríe, pero luego se pone seria y me dice: - Ya, te infiltraras en mi vida para luego matarme, quien te mando?

-Jajaja, te diré mi nombre cuando lo crea necesario.

- Como ahora? De pequeña me hablaron que ha extraños no se les habla. –Dijo con tono de voz triunfante, como que mentalmente me estuviera diciendo “JA! Me dirás tu nombre”

- Todos tus amigos, incluyendo al que vamos a ver, fueron extraños alguna vez, y hoy son amigos como?

- Supe su nombre antes que el mismo me lo dijera, estudió en mi mismo liceo, sabes? –Me dijo enfadada consigo misma por todavía no saberse mi nombre-

- No te lo diré, que tal si me mandas a matar? O peor, a violar?

- Ok –revira los ojos- tu no me dices tu nombre, yo no te diré el mío. Ok? –Yo reía a mis adentros, hasta que luego comencé a reír alto, hasta que escucho: - A dónde vas? –Me volteo y ella está parada.

- A casa de no sé quién, jeje! –Dije, me sentía sumamente ridículo- Es aquí –Me dijo ella, para enseguida reír a carcajadas- Quién  se ríe de quien ahora?
- Calla, jajaja. –No sabía que más decir, fui hasta donde ella y subimos los tres escalones para llegar a una puerta de madera, mal hecha; era una casa que se notaba que llevaba años en esta urbanización-
Sus ojos brillaban, sentí que su sonrisa era verdadera, estaba emocionada, pero no era por mi, sino por el chico, se le podía ver en la cara y en el nerviosismo de sus manos que estaba encantada con su “Mejor Amigo” todo, hasta que tocó la puerta y la persona que abrió, no fue su mejor amigo, sino una mujer, si eso, una mujer.

- Hey, ¿Quién eres tú? –La chica de la puerta alzó la voz, luego miro a mi y corrigió: - Quienes son ustedes?

Esta chica me cayó mal de una vez, no era nadie para hablarme ni a mí ni a ella, así. Iba a decirle algo cuando sale un chico, alto, flaco, moreno, ojos castaños claros y algo catire. La decepción en los ojos de ella, que antes estaba tan emocionada se fue a la mierda, y eso me hizo sentir mal.

- No le hables así, por favor, respeta a mi amiga –Dijo él y luego me miró a mi- y a su amigo.
- Como quieras -Dijo la chica, y salió de la casa poniéndose sus botas, era todo un desastre.

El la abraza fuertemente, ella también pero la emoción que demostraba minutos antes, definitivamente había desaparecido.

- Que milagro que aparezcas por mi casa, meses sin hablarnos –Dice el chico, emocionado, sonreía como tonto, no podía creer que no se fijara en la cara de ella, tan decepcionada, este chico, no era detallista.

- Vine, vine… Vine a traerte tu bolso, el que dejaste hace un año en casa de mis abuelos, recuerdas?

- No tendrá nada importante adentro. –Dijo el subiendo los hombros, entonces ella abrió el bolso y sacó un 
cuaderno-

- Si no es importante para ti, entonces me gustaría quedármelo.
Entonces la mirada de el cambio por completo, se sentía confundido, y pude jurar que se auto maldeció.

- Pero, no, no recordaba que ese, ese, ese cuaderno estuviera allí –Entonces el volteó a verme y dijo: -Están saliendo? –Entonces cerró los ojos y antes de que ella o yo pudiéramos contestar, el siguió. –No, no respondan, me parece excelente que estés rehaciendo tu vida, tienes todo el derecho, pero sabes que ese libro, ese libro es mío, lo escribimos juntos, pero es mío. –Sacó el cuaderno de sus manos lo revisó, sonrió tímidamente. –Debo ir a trabajar, con su permiso, te quiero –Dijo mirándola a ella. Y cerró la puerta de un solo portazo.

- ¿Qué rayos fue todo eso? –Dije sorprendido.

- Una larga historia. –Suspiro. –Ya me voy, quiero descansar, me disculpas?

- Podemos volver a vernos, a almorzar tal vez?, quiero oír esa historia.

- Está bien, luego cuadramos.

Mes y medio después.

Ella y yo entramos en el Restaurante era nuestra 6ta cita, Bill acepto que yo la conociera más siempre y cuando siempre fuera discreto. Aun no sabíamos nuestros nombres, y eso era divertido. Entonces…

Ahora no puedo cantar una canción de amor 
De la manera que tiene que ser 
Bien, supongo que ya no soy más bueno 
Pero nena, este soy yo 

Y yo te amaré, nena, siempre 
Y yo estaré allí por siempre y un día más, siempre 

Estaré allí hasta que las estrellas no brillen 
Hasta que los cielos estallen 
Y las palabras no rimen 
Yo sé que cuando muera, tu estarás en mi mente 
Y yo te amo, siempre
(Always – Jon Bon Jovi)



- Sabes? Mejor vamos a mi apartamento, no, no, compremos comida y comemos allá, no quiero estar aquí, me llene de valor pero ahora no quiero no puedo… Perdón.

Me soltó de la mano, me quito su cartera de mis manos y salió del lugar.

-Estas llena de sorpresas… -Dije cuando logré alcanzarla.

- Enserio? Tu crees?

-Que tiene ese lugar, es increíble. Dime, que sucede?

No respondió, compramos comida y fuimos hasta su apartamento… Alli nos servimos y mientras veíamos televisión, comíamos, entonces yo apague la TV.

-Quiero saber… -dije, suspirando-

- Que cosa? – Entonces ella sonríe y ve para la ventana- Sabes que hace mes y medio me veían unos chicos desde aquel lado de la ventana.

- No hablo de eso, que paso en el restaurant?

- Ya… Estás seguro que quieres saberlo?

- Pues claro.

Ella se levantó y corrió hasta una biblioteca, tomo una silla y se monto en ella para alcanzar el tope de la biblioteca. Se bajó, y regreso y se sentó junto a mí. Tenía una cajita en las manos, ¿Qué era eso?

- Estuve comprometida. –Entonces, allí me pasó la cajita, la abrí y era un hermoso anillo, sencillo, pero lindo. Subí la mirada, y sonreí tímidamente.

- Estuviste? Si es así porque no devolviste el anillo?

- Porque no me lo acepto.

- ¿Quién era? ¿Lo amabas?

- Desde que tenía 10 años; te contaré.



 Estaba ella allí, estudiando en casa de su mejor amigo, había tenido una pelea con su mamá, no querían verse, pero nada de lo que leía entraba en su cabeza todo eso era estresante. Su mejor amigo entraba y salía del cuarto, estaba molesto porque le había explicado la misma clase 4 veces, y ella no se concentraba, decide dejarla sola para que leyera, pero ella, no podía concentrarse.

Los problemas familiares la tenían histérica, el trabajo, el amor, esa pasión por la medicina ya no era la misma. Ahora solo deseaba simplemente dormir todo el día, sin que nadie la molestara.

Su novio, que también era su mejor amigo, que también era en la única persona que acudiría en un mal momento, está estresado porque al día siguiente tiene una prueba y ella no estudia, la entiende, pero quiere lo mejor para ella.

El decidió dejar de gritarle, si no quería estudiar, el mismo pagaría una consulta y pediría un justificativo médico para ella, se sentía egoísta porque, ella sufría por tantas cosas y el solo preocupado porque fuera la mejor de la clase, decide entrar a su cuarto donde ella yace sobre la mesa, con la mirada perdida. Como extrañaba el de ella su hermosa sonrisa.

Él entra a su cuarto y la ve allí sentada, los codos en la mesa, las manos en su cara, quería hacerla reír, se acerca a ella, le besa la frente.

-Deberías sonreír, así eres más bonita. – Dice el Aminovio a ella- tus ojos brillan cuando sonríes, me encanta cuando pasa eso, pareces una muñequita –Entonces baja lentamente y besa sus labios, tan delicadamente como si fuera ella tan frágil.

Ella estaba hundida en su tristeza pera ese beso, ese beso la hacía olvidar todo, le hacía recordar cuánto lo amaba, mucho, y sin embargo “Mucho” era una medida que se quedaba corta.

El beso fue un poco más rápido, luego sin darse cuenta estaban parados ambos cuerpo contra cuerpo. La mano de él posada sobre su espalda, la otra sobre su trasero. Las manos de ellas nerviosas estaban en su cuello, una jalando su boca más cerca de la suya, la otra solo estaba inmóvil posada encima de su hombre derecho…

El sentía que Bailaban, ella sentía que no había nadie a la cual ella pudiera amar más que lo que hacía con él.

Entonces cayeron a la cama, el encima de ella,  sus piernas se mezclaron, ella estaba decidida a entregarle su dignidad, y el también, comenzaron a sudar y la ropa sobraba allí en ese momento. Él le quita la camisa, y ella comienza a desabrocharle el pantalón, entonces la mente de él se lleno de nubes, de miedo y de una vez más no dejaba de pensar en los demás antes que él, recordó a su papá hablándole del significado de estar casado para hacer eso, que el ansiaba hacer ahora. 

Él estaba seguro que la amaba pero su padre siempre mandó sobre su vida…

- Espera, espera –Interrumpió el- No hay condones.

- Shhh –Ella puso su dedo en su boca en modo de silencio, y le dijo, por primera vez en la vida- Te amo.

Ella usualmente usaba la palabra “Te quiero” pero nunca usó “Te Amo”

- Y sé que esto no es por los condones –Sus manos estaban sobre la espalda de el chico, Él por su lado estaba encima de ella pero con una distancia, maldiciéndose a sí mismo, como si fuera la escoria más grande del mundo.- Si no por tu cultura, lo respeto, ¿Si?

- Yo, también Te amo –Entonces de la impotencia, el tomó la cara de ella entre sus manos y sus ideas corrían por la cabeza- Cásate conmigo… Hazlo, cásate conmigo –La besó.

- Que gracioso –Ella lo besa sin creerle-

- Joder –Él se deja caer sobre ella. –No estoy jugando, es enserio, Cásate conmigo.

- Solo tengo 17 años, Arnold, tus padres no estarán de acuerdo, los míos tampoco.

-SI O NO? –Dijo él, sus palabras sonaron como si estuviera tratando de adivinar si ella verdaderamente lo amaba.-

Justo cuando ella sonrió e iba a decir su tan esperada respuesta, tocan la puerta…

- Hazte la dormida –Dice el, estaba emocionado, el no era una persona que mostrara amor a cada momento, pero se sentía completo, él sabía cuál sería su respuesta, ella le hace caso y se hace la dormida, el se amarra los pantalones, mira a un lado y ve la camisa de ella, la mira esperando que no se vea que no tiene camisa pero se tapó bien, tira la camisa para debajo de la cama.

Entonces abre la puerta.

- Mamá.

- Sabes que odio que no me respondan cuando toco –Dice ella en regaño-

- Estaba estudiando, si hablaba ella se despertaba, y esta estresada se peleó con su mamá no quiero despertarla.

- Bueno, parece un angelito, bueno hijo, te lo paso esta vez. Solo vine a decirte que saldré, y que si necesitan comer, cocines algo, pero me limpias la cocina. Chao.

El espero que su mamá se fuera por completo de la casa para luego tirársele encima a ella.

- Ven conmigo, iremos a un lugar, ven, ven…

Ellos dos fueron en Taxi al centro de la ciudad, el le compró un helado y la dejó esperando sola en la feria de comida.

Momentos después apareció, le tapo los ojos desde atrás y entonces mientras le hacía cosquillas le colocó el anillo, era oficial, estaban comprometidos…

Ella no dudo en saltarle encima y besarlo, estaba indecisa, no sabía que le diría a la familia pero, había que vivir el momento.

Esa misma tarde ellos dos caminaban abrazados por la calle y una vieja que se hacía llamar “Gitana” les dijo: -Una cosa es hacer el amor, y otra es masturbarse, no rompen sus culturas.
Ellos se miraron a la cara humillados, porque la “Gitana” lo dijo delante de varias personas.
Lo que no sabían era que terminarían, siguiendo el consejo de la “Gitana” en el baño público Masculino del Cine, esa misma tarde.





Hola, chicas espero estén bien, aquí les dejo una historia que no pensaba bajar pero bajo las circunstancias... Lo hice, disfruten.